Óscar Pinilla, voluntario de la Delegación de Aragón, lleva más de diez años de experiencia en la acción social.
Óscar es un voluntario muy participativo que, a lo largo de estos años de trayectoria, ha intentado mantener activa su dedicación al voluntariado: «Durante una época estresante de mi vida, me planteé destinar algo de mi tiempo a ayudar a la gente. Poco a poco, he conseguido ampliarlo hasta alcanzar una hora semanal dedicada a la Asociación de Voluntarios de ”la Caixa”».
Ver que mi ayuda le sirve a otra persona me reconforta mucho como voluntario.
Durante estos años, Óscar ha colaborado en numerosas iniciativas. Recuerda, sobre todo, las clases de economía básica a diversos colectivos, que imparte desde hace cinco años, aproximadamente: «Son muy bonitas porque ves la ilusión de los asistentes. Hay gente que lo está pasando muy mal y, sólo con ese rato, ya se animan y salen más contentos».
Estos días, Óscar también ha dedicado su tiempo a las actividades online. Junto a la entidad AMASOL (Asociación de familias monoparentales) ha desarrollado labores de refuerzo educativo a distancia.
A través del teléfono o videollamadas, ha realizado el seguimiento de una alumna de 14 años: «Los primeros días establecimos un calendario de tareas y le ayudé a distinguir lo más urgente e importante, marcándole las prioridades». Mediante tutorías semanales Óscar ha resuelto las dudas que han ido surgiendo: «Siempre con el objetivo principal de conseguir tiempo de estudio de calidad, con hábitos sanos y productivos».
Una experiencia que espera poder repetir, ya que, como comenta Óscar, las actividades del ámbito educacional le motivan especialmente: «Nuestra labor es que los beneficiarios tengan la ayuda que necesitan y comprueben que les sirve en su día a día».